Las Tres Cascadas

Boquete, Chiriquí

Las Tres Cascadas en Boquete, Chiriquí Photo by Jonas Dücker on Unsplash

El recorrido comienza con un sendero que, aunque claramente definido, presenta un nivel de dificultad medio a alto. No se necesita un guía para orientarse, ya que el camino está bien marcado, pero sí es recomendable contar con buena condición física y estar preparado para un terreno desafiante. El trayecto tiene tramos empinados, rocas resbaladizas y zonas donde será necesario utilizar cuerdas instaladas para poder avanzar. En temporada de lluvias, el barro y la humedad aumentan la dificultad, por lo que un buen calzado de montaña y, si es posible, un bastón de senderismo harán la caminata mucho más segura y cómoda.

Durante la travesía es común encontrarse con la fauna local. Con un poco de suerte, se pueden avistar quetzales entre las ramas altas de los árboles, escuchar el canto de distintas especies de aves tropicales o incluso observar reptiles, como serpientes, que forman parte del ecosistema. La selva en sí es un espectáculo: el sonido constante del agua, los aromas frescos de la vegetación y la sombra de los árboles crean una atmósfera única que conecta a cada visitante con la naturaleza en su estado más puro.

La recompensa llega poco a poco. Primero, la vista de la primera cascada, donde se puede tomar un descanso y disfrutar del frescor del agua. Después, un poco más arriba, la segunda caída sorprende con su fuerza y belleza. Finalmente, tras superar el tramo más exigente del sendero, se alcanza la tercera cascada, la más majestuosa de todas. El esfuerzo realizado para llegar hasta allí se ve recompensado con una postal natural impresionante: agua cristalina cayendo entre paredes de roca cubiertas de musgo, rodeada de vegetación espesa.

En cada una de las cascadas hay pozas naturales en las que los visitantes pueden bañarse. Sin embargo, conviene tener en cuenta que el agua suele ser bastante fría, especialmente en los meses de marzo y abril. Aun así, sumergirse en esas aguas puras, en medio de la selva, es una experiencia revitalizante que pocos olvidan.

El recorrido completo, ida y vuelta, suele tomar alrededor de tres horas. Se recomienda iniciar temprano, antes de las 9 de la mañana, no solo para evitar el calor y la humedad más intensos del día, sino también para disfrutar de la tranquilidad del lugar casi en soledad. Escuchar únicamente el sonido del agua y los pájaros, sin la presencia de multitudes, convierte la caminata en algo casi mágico.

En resumen, visitar Las Tres Cascadas no es solo una excursión, sino una verdadera aventura. Exige esfuerzo físico, sí, pero también ofrece un contacto directo con la naturaleza, momentos de paz y la satisfacción de alcanzar uno de los rincones más hermosos de la selva. Para los amantes del senderismo y la naturaleza, es una experiencia absolutamente imperdible.